domingo, 24 de febrero de 2013

Negocios

En Ghana he podido ver varios tipos de negocios. Hay gente que tiene locales, gente que pone puestos en la calle, gente que vende por las calles transportando las cosas en sus cabezas o en la mano y luego hay un par de centros comerciales, a los que sólo acuden expatriados o la clase ghanesa más acomodada. Hace poco inauguraron el segundo centro comercial de Accra, el Marina Mall, e instalaron las primeras escaleras mecánicas de Accra. Cuando yo estuve en enero era muy curioso ver cómo los niños, y no tan niños, se lo pensaban antes de subirse, porque no sabían muy bien cuándo poner el pie en el peldaño.

La gente que vende en puestos en la calle, e incluso algunos de los que tienen puestos pero exponen su mercancía fuera, monta y desmonta su puesto todos los días y lo colocan al día siguiente con mucho esmero; algunos tardan más de una hora nada más que en colocarlo. Hace tiempo vi a una mujer que vendía botes de crema pequeñitos y maquillaje y los colocaba en varias pirámides en una mesa de un tamaño considerable… ¡cada mañana! También me ha llamado mucho la atención que puedes encontrarte de todo en estos puestos, desde fruta hasta ropa, pasando por mobiliario.

Puesto de venta de cabras
Cancelas a la venta
Jarrones
Puesto de fruta y verduras varias
Este señor vende cemento... y zapatos, entre otras cosas
Ultramarinos, todas las mañanas se colocan todos los paquetitos y demás mercancía
Mobiliario de dormitorio
Armarios
Losas para el suelo
Diferentes tipos de pescado, con el calor que hace no sé cómo no se pone malo!
Neumáticos y yantas
Alfombras, ventanas y barandillas
En cuanto a la gente que vende cosas por la calle, también puedes encontrar todo tipo de productos: agua o refrescos, mesitas, pañuelos para limpiarse el sudor, que son muy comunes aquí, perros, loros, caramelos, bombillas, fundas para el volante del coche y un largo etcétera. (Ya pondré más fotos de gente llevando cosas en la cabeza, que es súper curioso y da para otra entrada).

Chico vendiendo mesitas
Mujer vendiendo chips de banana, ¡están buenísimas!
   
Llevamos desde el lunes sin agua, duchándonos con uno cubo. La verdad es que al principio es molesto, pero luego aprendes a apreciarlo y también es verdad que si no cortaran el agua ni se fuera la luz, luego no experimentarías la alegría que sientes cuando vuelve. Como los niños de aquí, que cuando vuelve la luz se tiran un rato gritando, saltando y corriendo por todas partes para celebrarlo, los niños de España, por poner un ejemplo, tendrán luz y agua, pero no tienen eso.

Un besillo!

domingo, 17 de febrero de 2013

Zongo

El Zongo es como se llama aquí a los barrios musulmanes que hay. Hay varios por toda Accra. El otro día fuimos a la zona alrededor de un colegio islámico en un Zongo cerca de Madina.
Mezquita

Fue una experiencia muy interesante. Yo me esperaba otra cosa totalmente diferente, debido de nuevo a todas las ideas preconcebidas que tengo y de las que intento ir deshaciéndome poco a poco. Pensaba que la gente iba a ser gente súper cerrada que no iba a querer hablar con nosotros, mucho menos de la educación sexual que daban a sus hijos o que habían recibido de sus padres. Me encontré con gente igual de amable y colaboradora en su mayoría que en el resto de los lugares que he visitado en Ghana; la cultura de la amabilidad que existe aquí parece llegar a todos los rincones. Hablando de esto el otro día con nuestro padre de acogida, nos explicó, con cierto orgullo en su voz, que los musulmanes de aquí son ghaneses, no árabes, por tanto han crecido en la misma cultura que el resto de la población, cristiana en su mayoría. Puede que eso también influya a la hora de que no haya muchos conflictos entre ambas religiones. Es verdad que las mujeres musulmanas visten con velo, pero no te miran mal (ni hombres ni mujeres) por ir vestida con ropa más occidental. De hecho, Charlie y yo íbamos con pantalones cortos y en ningún momento nos sentimos incómodas.
Mujer caminando
Niños y niñas del colegio que visitamos
Tuvimos suerte porque mientras estábamos allí, tuvo lugar una de las oraciones del día y pudimos observar cómo niños, mujeres y hombres se preparaban para ella. Era como estar en otro país; de fondo se oían los cánticos y oraciones provenientes de los altavoces de la mezquita y podías ver un gran movimiento entre la gente, que transportaba sus alfombras para disponerse a rezar. Me hizo recordar el libro “Cometas en el cielo”.

Hombres a la derecha preparados para comenzar la oración
Mujeres y niños preparándose para la oración
 Hoy hemos ido a pasar el día a una playa que se llama Bojo Beach, que la verdad es bastante bonita. 
Vista desde la playa

Para los escépticos que no paran de hacerme comentarios irónicos (sí Gonzalo, va por ti también), cuelgo esta foto como prueba de que un poco de color sí que estoy cogiendo, no mucho, pero algo es algo.


Un beso grande!

jueves, 14 de febrero de 2013

Volta Region

El fin de semana pasado lo pasé en la Región del Volta. Unas amigas muy majas de un chico asturiano que está aquí vinieron a visitarlo y aproveché un poco para hacer turismo con ellas.

La zona es muy bonita, aunque más rural. La noche del viernes la pasamos en Akosombo, cerca del lago Volta, que es el embalse más grande del mundo, con más de 8000 km². Cuando llegamos, dimos un paseo en canoa, intentado coordinarnos para remar y luego cenamos comida típica ghanesa y unas cervecillas.
Lago Volta
Canoa en Lago Volta
Canoa en Lago Volta
 Allí también se encuentra la presa de Akosombo que acumula las aguas de los ríos Volta Blanco y Volta Negro. Esta presa proporciona electricidad a gran parte del país.

Presa de Akosombo al fondo
Al día siguiente fuimos a las cataratas de Wli, justo en la frontera con Togo. Hay dos cataratas. Una de ellas es la más alta de África Occidental. Vas andando desde un hotelillo que hay, gestionado por unos alemanes muy apañaos, por cierto, y en cuarenta y cinco minutos o así llegas a las cataratas más bajas. 

Al empezar la caminata, nos dijeron que ese día no podíamos subir a las más altas porque ya era muy tarde y no nos iba a dar tiempo antes de que anocheciera. Menos mal. Antes de llegar a la catarata más baja había un caminito que te llevaba a la catarata más alta y por cinco cedis más el guía nos dijo que nos llevaba a un view point desde donde podíamos ver la catarata grande bien. Eran sólo veinte minutos subiendo por un caminito de piedras y vegetación pero cuando llegamos, estábamos reventados. ¡Menos mal que no llegamos antes y decidimos subir a la otra! (Yo siempre, tan deportista)

Planta de piña. Yo, en mi ignorancia agrícola, ¡pensaba que crecían en los árboles!
Árbol parásito, se alimenta del grande al que se adhiere
Cuando llegamos a la catarata pequeña, nos dijeron que podíamos bañarnos si queríamos. El agua estaba congelada y cuando te acercabas a la catarata, podías sentir la fuerza con la que caía, ¡incluso las gotas pequeñas te hacían daño en los hombros y hasta en las orejas cuando te caían encima! Pero la verdad es que el entorno era muy bonito.
Catarata más alta. Pasadas estas montañas empieza Togo
Arco iris al pie de la cascada
Colonia de murciélagos al lado de la cascada. Al parecer tuvieron que restringir su caza para proteger la especie, ¡aunque había muchísimos!
Allí nos encontramos con un grupo de Boy Scouts que estaban de excursión. Ésta va especialmente para ti, Pablito! jaja
    

¡Ayer comí por primera vez con las manos! Era banku con estofado de okra, una verdura típica de aquí (la traducción al español que he encontrado es quingombó o calalú, pero es la primera vez que lo oigo). El banku se hace amasando yuca y maíz, hasta que adquiere una textura pastosa, y luego coges un pedazo y lo mojas en el estofado ¡Nuestra madre de acogida se puso contentísima de vernos tan inmersas en la cultura!
Ésta es de Internet porque no hice ninguna foto cuando cenamos
Hoy hemos ido por segunda vez a reunirnos con el grupo de gente con SIDA que quieren formar parte del proyecto de micro finanzas. Ha ido regular porque se ha unido otra gente que no tiene el virus y que no son objeto del proyecto y no hemos podido establecer quiénes estaban infectados y quiénes no porque nadie se atrevía a decir que tenía VIH, ni a nosotros en privado, porque tienen miedo de que si alguien se entera de que tienen SIDA, la gente deje de comprarle en su puesto o incluso los dejen de lado totalmente. Ha sido muy triste. Pero bueno, a veces cuesta un poco hacer las cosas.

Un beso grandeee!!

jueves, 7 de febrero de 2013

Uno de los países más desarrollados de África.


Cuando empecé a escribir el blog, mencioné que Ghana es uno de los países más desarrollados de África y que, si eso era verdad, no quería imaginar cómo serían el resto. Pero lo cierto es, que una vez que superas el choque inicial de falta de infraestructuras, suciedad, y puestos vendiéndote de todo en toda la ciudad, puedes observar bastante de lo que nosotros llamamos desarrollo en el país, sobre todo en las zonas urbanas. Tiene varias grandes carreteras, casi autovías, hay coches, la gente tiene teléfono móvil, y sobre todo, sobre todo, la gente no pasa hambre. Es cierto que hay pobreza, especialmente en zonas más rurales. A veces ves a niños, incluso a adultos, desnudos, descalzos, sucios; la mayoría de gente no tiene casas muy lujosas ni locales para sus negocios, pero la gente en Ghana (por lo que he podido ver hasta ahora) no pasa hambre, un gran indicador de desarrollo, sobre todo en África. 

Llama la atención que en Ghana conviven lo tradicional y lo moderno y así, puedes ver mujeres con vestidos africanos hablando con su Smartphone y gasolineras modernas al lado de antiguos surtidores.

Dos gasolineras muy diferentes y a cinco minutos la una de la otra


También he notado que la gente es mucho más solidaria y tiene la humanidad que se ha perdido en muchos países de Occidente. Lo veo mucho en el transporte público. Por ejemplo, si en España te subes al autobús y hay dos filas con gente y una sin gente, tú te sientas en la que está vacía para estar solo. Aquí no. Aquí pueden ir todos apretados y el resto del trotro vacío, que se sientan juntos y conversan entre ellos, comentan los frenazos, la radio… Del mismo modo, cuando se sube gente que lleva barreños con los productos que vende, el chico que hay dentro del trotro y que se encarga de cobrar la tarifa, les ayuda a bajarse y a subirse, sosteniendo el bulto hasta que se baja el comerciante. O cuando las madres van con sus niños, el mismo chico "cobra-billetes" se encarga de coger al niño y sostenerlo hasta que la madre se baja del trotro. Hay mucho más contacto humano aquí.
Mujer transportando huevos en la cabeza y puestos de teléfonos móviles a los lados
Señor vendiendo vitrocerámicas en la calle mientras consulta su móvil

Ghana también es un país que ama la libertad, la justicia y la paz. A parte de los letreros que puedes ver por la calle, en las tiendas, taxis, colegios... ellos mismos lo afirman orgullosos y te lo demuestran cada día. El otro día cuando iba en trotro pregunté al que había al lado mía que cuánto era hasta no sé dónde. Él me respondió una cantidad y luego el chico del trotro se equivocó al darme la vuelta. El que estaba sentado al lado mío le dijo “oye, oye, que le has dado de menos, te has equivocado”, para que me diera la vuelta correcta. También los nombres de la gente demuestran esa pasión por los valores que debería representar la democracia (aunque no siempre pase así, como estamos teniendo ocasión de comprobar últimamente a diario): Libertad, Sabiduría, Justicia, Paz… son algunos de los nombres más comunes aquí (en su versión inglesa, claro). Otro ejemplo de ese espíritu solidario, lo he vivido hoy mismo. Llevamos dos días sin agua, duchándonos con cubos, y hoy por la mañana le he preguntado a nuestra madre de acogida que si tenía idea de cuándo iba a volver. Me ha dicho que volvería, pero que de todos modos, hay mucha gente que no tiene agua corriente ningún día a la semana. Me he sentido fatal.

Mujeres vendiendo cocos y bolsos, conversando
Como anécdota que me llamó la atención, diré que el otro día vi a un hombre que quería comprarse unos pantalones. Como aquí hay muy pocas tiendas en locales, la mayoría son puestos en la calle, la gente no puede probarse la ropa, y luego, ¡cómo para decirle que te devuelvan el dinero! Así que el hombre rodeó su cuello con la cintura del pantalón para comprobar que era su talla. No sé si será algo parecido a cuando rodeas con el calcetín tu puño para ver si es tu talla. Me pareció curioso.

Calle cualquiera en Accra, siempre un bullicio
Mujer vendiendo fruta y verdura en la calle

Y retomando el tema de “esto es África” del otro día, hoy me he encontrado una cucaracha en la comida. No sé si encontrarla, verla y saber que llevo comiendo en ese sitio casi a diario desde que llegué ha sido peor que si me la hubiese comido y hubiese permanecido en la ignorancia. La cocinera me ha mirado con cara de “qué tiquismiquis” y me ha dicho que lo sentía, que no la había visto. Y me ha cobrado el almuerzo. 


domingo, 3 de febrero de 2013

¡Esto es África!


¡Esto es África! Ésta es la única explicación (y que todo el mundo aquí acepta como satisfactoria) que oyes cuando algo no funciona, funciona más lento de lo normal o sobrepasa todas las leyes de la lógica a las que puedas estar acostumbrado.

Por ejemplo, hoy cuando iba en el coche con unos amigos por una de las arterias de la ciudad, lo más parecido a una autovía, casi tenemos un accidente porque a un taxista se le ha acabado la gasolina en el carril central de la misma (sin poder preverlo con antelación, al parecer) y se ha parado en dicho carril central a abrir el maletero para coger su garrafilla vacía y acercarse caminando (jugándose la vida entre los coches) a la gasolinera más cercana a rellenarla. Todos los coches de detrás, hemos frenado de golpe y, menos mal que no ha pasado nada, porque el golpe podía haber sido gordo, los coches van bastante deprisa por allí. Pero ni pitidos al conductor, ni gritos amenazantes, (ni triángulos de seguridad), y si algún extranjero hace algún comentario al respecto tan sólo escucharás: "Bueno...¡esto es África!"

El otro día Charlie, mi compañera, me contó que un amigo suyo fue a una tienda de donuts hace poco y que el dependiente le estuvo explicando toda la variedad de donuts que tenían, como los hacían… y cuando el chico le pidió una caja de una variedad en concreto, el dependiente le dijo que es que tenían la máquina rota y no tenían nada. Lo más llamativo es que la tienda solo vendía donuts y estaba abierta... ¡sin tener nada que vender!

Ayer tuve mi primera experiencia con un mago tribal. Cuando me bajé de un trotro para ir a casa de unos amigos, me cogió un señor del brazo y me empezó a decir que yo era una bruja blanca y que a “Dios” no le gustaba y que tenía que purificarme. Para ello, hizo unos movimientos con sus brazos alrededor de mi cabeza y luego se fue rápido. La verdad que no me enteré mucho de cómo quedó la cosa, ya os iré contando. Me dijo que no ganaba mucho dinero y que le quedaba poco para pasar el día, yo me ofrecí a darle algo, pero me dijo que no podía aceptar nada por hacer su magia. Es curioso ver cómo la religión cristiana convive al mismo tiempo con miles de tradiciones y culturas tribales. Por ejemplo, a pesar de ser cristianos, se acepta que un hombre pueda tener varias esposas si puede mantenerlas económicamente y si ellas están de acuerdo.
Cartel de la ONG ("¡Wow! ¡Ésa debe ser mi próxima esposa!" "Hombres, no usemos la cultura como una excusa para tener varias parejas sexuales. Nos ponemos a nosotros mismos y a nuestras parejas en riesgo de coger el VIH")

No obstante, hay otro “¡esto es África!” que te enamora cuando vienes, y en el que influye mucho la calidad humana de sus gentes. 

Aunque suene a tópico, una de las mejores cosas de las que puedes disfrutar aquí es de la sonrisa tan sincera de los niños
Mercado de Madina. Las mujeres llevan a veces pesos increíbles en la cabeza. Hoy he visto una llevando una bombona de butano en la cabeza
Niño vendiendo agua en una estación de trotros
Mujer llevando a bebé en la forma tradicional 
Playa de Keke
        
Bueno, me despido por hoy. ¡Qué empecéis bien la semana! ¡Un beso!