Cuando empecé a escribir el blog, mencioné que Ghana es uno de los países más desarrollados de África y que, si eso era verdad, no quería
imaginar cómo serían el resto. Pero lo cierto es, que una vez que superas el
choque inicial de falta de infraestructuras, suciedad, y puestos vendiéndote de
todo en toda la ciudad, puedes observar bastante de lo que nosotros llamamos desarrollo en el país, sobre todo en las zonas urbanas. Tiene varias grandes
carreteras, casi autovías, hay coches, la gente tiene teléfono móvil, y sobre
todo, sobre todo, la gente no pasa hambre. Es cierto que hay pobreza, especialmente en zonas más rurales. A veces ves a niños, incluso a adultos, desnudos,
descalzos, sucios; la mayoría de gente no tiene casas muy lujosas ni locales
para sus negocios, pero la gente en Ghana (por lo que he podido ver hasta
ahora) no pasa hambre, un gran indicador de desarrollo, sobre todo en África.
Llama la atención que en Ghana conviven lo tradicional y
lo moderno y así, puedes ver mujeres con vestidos africanos hablando con su
Smartphone y gasolineras modernas al lado de antiguos surtidores.
También he notado que la gente es mucho más solidaria y tiene la humanidad que se ha perdido en muchos países de Occidente. Lo veo mucho en el transporte público. Por ejemplo, si en España te subes al autobús y hay dos filas con gente y una sin gente, tú te sientas en la que está vacía para estar solo. Aquí no. Aquí pueden ir todos apretados y el resto del trotro vacío, que se sientan juntos y conversan entre ellos, comentan los frenazos, la radio… Del mismo modo, cuando se sube gente que lleva barreños con los productos que vende, el chico que hay dentro del trotro y que se encarga de cobrar la tarifa, les ayuda a bajarse y a subirse, sosteniendo el bulto hasta que se baja el comerciante. O cuando las madres van con sus niños, el mismo chico "cobra-billetes" se encarga de coger al niño y sostenerlo hasta que la madre se baja del trotro. Hay mucho más contacto humano aquí.
Mujer transportando huevos en la cabeza y puestos de teléfonos móviles a los lados |
Ghana también es un país que ama la libertad, la justicia y
la paz. A parte de los letreros que puedes ver por la calle, en las tiendas, taxis, colegios... ellos mismos lo
afirman orgullosos y te lo demuestran cada día. El otro día cuando iba en trotro pregunté al que había al lado mía
que cuánto era hasta no sé dónde. Él me respondió una cantidad y luego el chico
del trotro se equivocó al darme la
vuelta. El que estaba sentado al lado mío le dijo “oye, oye, que le has dado de
menos, te has equivocado”, para que me diera la vuelta correcta. También los
nombres de la gente demuestran esa pasión por los valores que debería representar
la democracia (aunque no siempre pase así, como estamos teniendo ocasión de
comprobar últimamente a diario): Libertad, Sabiduría, Justicia, Paz… son
algunos de los nombres más comunes aquí (en su versión inglesa, claro). Otro
ejemplo de ese espíritu solidario, lo he vivido hoy mismo. Llevamos dos días sin agua,
duchándonos con cubos, y hoy por la mañana le he preguntado a nuestra madre de
acogida que si tenía idea de cuándo iba a volver. Me ha dicho que volvería,
pero que de todos modos, hay mucha gente que no tiene agua corriente ningún día
a la semana. Me he sentido fatal.
Mujeres vendiendo cocos y bolsos, conversando |
Y retomando el tema de “esto es África” del otro día, hoy me
he encontrado una cucaracha en la comida. No sé si encontrarla, verla y saber
que llevo comiendo en ese sitio casi a diario desde que llegué ha sido peor que si
me la hubiese comido y hubiese permanecido en la ignorancia. La cocinera me ha
mirado con cara de “qué tiquismiquis” y me ha dicho que lo sentía, que no la
había visto. Y me ha cobrado el almuerzo.
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